0-06 El Teatro en la Casa de las Cigarreras

 

    De entre las Secciones Locales que pudieron instituirse al albur del trascendental trabajo asociacionista realizado por la Unión Tabacalera, a saber, sólo dos de ellas pudieron ver realizada la utopía de disponer de un edificio en propiedad para poder desarrollar en él todo lo que, como Sede Social y sobre su uso, conceptuaron: salas para la lactancia y Casa Cuna, salas para asambleas y reuniones, biblioteca, aulas para la formación, previsión de un Economato Social, etc.

 

Boceto a mano alzada de la sede social de la Unión Tabacalera en Alicante

    Sólo A Coruña y Alicante vieron formalizado ese proyecto sufragándose íntegramente con las aportaciones de los trabajadores de cada fábrica.  En ambas ciudades, los edificios, …que pudieron inaugurarse con anterioridad al inicio de la Guerra Civil, a su vez, durante su fatal desarrollo, ambos fueron “socializados” en 1937 bajo las siglas de la UGT y tras su finalización, al ser considerados como bienes sindicales “rojos”, ambos fueron expropiados y confiscados en favor de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, también por la Central Nacional Sindical y finalmente, por el Patrimonio Nacional.

     Los edificios, o su valor patrimonial, nunca fueron devueltos a sus verdaderos propietarios: las cigarreras y los tabacaleros coruñeses y alicantinos. En A Coruña, el edificio sigue en píe albergando la sede local de UGT y, en Alicante, donde el abandono y la desidia provocaron su denigrante derribo, el valor patrimonial, se reintegró a los fondos ugetistas.

 

Plano de planta de la ubicación y disposición del teatro y de sus instalaciones auxiliares

    El edificio de Alicante, de trazas arquitectónicas muy modernas y funcionales para la época, fue proyectado por el arquitecto Emilio Herrero Serra y realizado por el constructor alcoyano Francisco Pascual. En su primer piso se albergaba el teatro que, en transcripción textual de la reseña del diario alicantino “El Luchador” del 12 de febrero de 1936 y por su inauguración en el día 9 anterior, se describía así:

“…en el mismo piso se halla instalado el teatro, hermoso y completo. De magníficas condiciones acústicas y decorado con sobriedad y gusto. Uno de los más coquetones teatros de la localidad. Con cabida superior a 700 localidades entre el patio de butacas y platea alta. Los sillones, cómodos y elegantes, han sido fabricados por el prestigioso industrial don Francisco Mira. La instalación eléctrica, profusa y adecuada, ha sido hecha por la importante Casa de la localidad, Vañó, Sánchez y Cremades. Buen telar en el escenario y suficientes cuartos para los artistas”.

 

    Inaugurado el edificio y obrado el “milagro” asociacionista, Alicante dispuso de un nuevo teatro donde desarrollar la cultura de forma popular. Sobre su escenario, actuaron, mayormente compañías teatrales locales y en especial, con libretos en valenciano.

    En la publicación “Alicante – 1936” y del recopilatorio redactado por Raúl Álvarez Antón, de ese año en concreto podemos relacionar los siguientes estrenos y sus programas:

• 21 de marzo, la Compañía de Ángel Más y Manolo Álvarez representó las piezas “El neurasténic” y el “Cristo del poble”

• 11 de abril, la Compañía de Paco Hernández, con Lolita Millá, los debutantes Luís Hernández, Rafael Plana y la niña Marujita Hernández (su hija), representaron “La embolá”, de Paco Barchino y “Secrets de cabaret” de Miguel Tablada

• 20 de abril, nuevamente el telón en la Tabacalera fue alzado para Paco Hernández y su Compañía, con “La meua dona, la teua i la del altre”

• 1 de mayo, con motivo del Día del Trabajo, Paco Hernández escenificó el celebradísimo drama de Joaquín Dicenta, “Juan José”

• 14 de junio y en función benéfica para la Comisión de Paro y Socorro de Barberos y Peluqueros, dirigió y actuó como primer actor, Jaime Olmos, con María Martínez como primera actriz ambivalente tanto para el drama, como para la comedia, en “Las fieras manas” y “La casa de los milagros”. Cerraron el evento las actuaciones de “Totó”, jovencísima canzonetista, Lolita Latorre, Pepe Hernández y Vicente Pérez

• 13 de septiembre, vuelve a pisar el escenario, la Compañía de Paco Hernández con “Opresors i oprimits” y “El Sol de la llibertat”

• 14 de septiembre, en función benéfica a la Milicias Tabaqueras, Teresita Barrachina, Arturo Lledó, Eduardo Torá, Manolo Álvarez, Ángel Más, Antonio Prieto y Pepe Moreno, programaron “La tea de la discordia” y “La chustisia en les mans brutes”

 

 

   De 1937, en “Personatges de l’escena alacantina” por Jaume Lloret i Esquerdo, podemos disfrutar gráficamente de un cartel anunciador para el domingo 5 de diciembre con un amplio programa en función extraordinaria.

    Llegado abril de 1939, el sueño de la utopía de aquel edificio, como una extensión de lo mismo que vivieron las generaciones de aquel momento, quedó quebrado. Cosas del tortuoso teatro de la vida.

 

 Documentación e imágenes           

"Alicante - 1936", editado por Banco de Alicante, varios autores

"Severino Chacón: líder sindicl del mundo del tabaco", de Ana Romero Masiá

URBIPEDIA.org

"Personatges de l'escena alacantina", de Jaume Lloret i Esquerdo

 

0-05 Los suecos en la Tabacalera, ...y las "frescas" de las cigarreras

  

¡Qué vienen las suecas! era una frase, …más bien un grito alborozado, en el personaje de Alfredo Landa de una de sus películas de finales de los años 60. A aquel inventado prototipo de “macho ibérico” parecía que, por los belfos, se le exhalaban los ardores producidos al ver llegar a nuestras costas a aquellas imponentes y descocadas rubias.

 

El acorazado OSCAR II, con el que Suecia realizara una travesía diplomática por todo el Mediterráneo

Pero para descubrir a los suecos, fueran hombres o mujeres, no hizo falta esperar a esas décadas de los 50, 60 o 70. Entre los días 20 y 22 de diciembre de 1934, a Alicante arribó y amarró en nuestro puerto el acorazado sueco “Oscar II” que, representando a la Armada y al gobierno de Suecia, realizaba una travesía diplomática por el Mediterráneo.

El diario madrileño EL SOL recogía en una pequeña reseña el comportamiento cordial y cortés, tanto del ministro y del cónsul suecos, como de la oficialidad y la marinería del buque, quienes fueron agasajados por las autoridades alicantinas con toda clase de atenciones en actos sociales y deportivos, y en visitas y excursiones.

 

Y una de esas visitas, cómo no, la hicieron a la Fábrica de Tabacos. El número de cigarreras entonces, …de 6.200 en su mayor número corriendo el año 1882, estaba en 2.100 operarias ⁽¹⁾. Continuaba siendo una presencia femenina muy alta, aunque poco rejuvenecida dada la gran amortización de puestos de trabajo que fue trayendo consigo la gradual, pero constante, mecanización. Ninguna jubilación, ninguna baja por enfermedad o deceso en la plantilla, fue repuesta en años.

 Sirva de referencia el dato de que entre los años 1921 al 1924, que se dio uno de los últimos periodos de ingresos “masivos”, de 774 nuevas aprendizas dadas de alta, la edad media rondaba los 26,7 años y un 13% superaba ya los 30 ⁽²⁾.

 

En esa condición de travesía diplomática y entendiendo el que fuera una tripulación seleccionada, si la Fábrica fue visitada por unos rubios mocetones de este "paño", más de un suspiro y alguna "fresca" les soltarían aquellas cigarreras de 1934

Pero volviendo a lo de los suecos, seguro que la visita de aquellos rubios mocetones, debió de causar -por pequeño que fuera- algún alborozo entre aquellas cigarreras de carácter jovial y alegre.

 Algunos años antes, el ilustre Rafael Altamira también visitó la fábrica y describiendo el carácter, las acciones y las costumbres en aquellas mujeres cigarreras, dejó escrito sobre ellas: 

“Raza trabajadora, chusca y atrevida, de cuyas pullas era prudente precaverse. Gente llena de ardor para la tarea, heroica inclusive, porque a menudo, para llegar a la Fábrica, tenía que hacer largas caminatas desde poblados distantes de la capital, y siempre simpática. Mal negocio cuando se enfadaban por algo, pero sensibles a toda prueba de consideraciones e interés por su suerte”.

 

De la anécdota del "pollo" piropeado no alcancé a tomar fotografía alguna, pero esta fue la cabecera de la manifestación que llevara hasta Madrid en septiembre o octubre de 1985, a más de 5.000 trabajadores de Tabacalera S.A. que, preocupados, veían transformarse la previsión social de sus pensiones de jubilación

Prueba de aquel mito del carácter “descocado" de las cigarreras, quedome recogido en la memoria cuando, muy recién entrado en la nómina tabaquera y a la voz común de desplazarse desde todas las fábricas a Madrid para participar en una manifestación por cuestiones de pensiones y de cuotas a la Seguridad Social, enfilando la cuesta de la Calle de Atocha y en medio de aquel conglomerado de aprox. 5.000 manifestantes, ví sonrojarse a un castizo “pollo”, moreno azabache que no de pelo, sino de piel, cuando las treintañeras cigarreras alicantinas le requebraron hacerle un fantástico “traje de saliva” y le participaron la intención colectiva de “hacerle un hijo”. Aquel guapo muchachote que esperaba pacientemente su turno para cruzar el semáforo, se puso más rojo y azorado que la luz que le impedía el paso.  

          ¡Chico calla, com es va quedar el pardal! ¡Embacorat, i mai més ben dit!, ...com va escriure Altamira: “Raza trabajadora, chusca y atrevida, de cuyas pullas era prudente precaverse”. 

 

A la Hacienda Pública y a su socialista ministro Solchaga le coreaban… “llega a Hacienda Solchaga y la caga”.

 

Documentación         

(1) y (2),  "La Fábrica de Tabacos de Alicante", de Caridad Valdés Chápuli

Fotografías de la manifestación, de archivo personal. 

 

0-04 Fogueres de San Chuan 1934

 

«Los tabaqueros deben plantar su “foguera”»

 

Lo de: «Los tabaqueros deben plantar su “foguera”» lo escribió para el diario El Luchador del 7 de agosto de 1933, el infatigable promotor de la fiesta fogueril, José Ferrándiz Torremocha.

 Su artículo arranca adulando a los tabaqueros y a las cigarreras por su unión en el ámbito laboral y por su naturaleza entusiasta, destacándolos como una digna representación del carácter levantino. Así y todo, bajo su personal visión “festera” opina que todavía les falta coronar un peldaño más para alcanzar la excelencia en el verdadero patriotismo del sentir alicantinista: ser protagonistas con nombre propio en la fiesta, disponer de una foguera propia.

 

Cartel anunciador de les Fogueres de 1934 y su Bellesa del Foc

 

Ferrándiz Torremocha, haciéndose sus “cuentas de la vieja” y tirando de la idea generalizada de la opulencia en los salarios de la Fábrica de Tabacos, le salían unas cuentas redondas para que la Foguera de los Tabaqueros, …como él la bautizara, resultara no sólo grande, sino magnífica. Multiplicaba 2.000 operarios por la irrisoria aportación de 10 céntimos semanales, sumaba lo que llamó “costumbre” por los ingresos provenientes de loterías y rifas, proponía como lugares de plantá la Plaza de La Misericordia o la Plaza de Santa Teresa y finalizaba arengando al colectivo a la vez que espoleaba el orgullo de la tradición tabaquera para que su foguera fuera una realidad en el año 1934.

 Pero a saber, la comisión y foguera tabaquera nunca llegaron a formalizarse y, …entiendo, no por la falta de medios y de recursos, sino más bien porque las cigarreras y los tabaqueros ya se integraban en las numerosas comisiones de barrio, al lado de sus familiares y de sus círculos de amistad. De lo que sí hay registros, es de que estando introducida como lo estaba la afición taurina en el entorno festero, un buen número de tabaqueros eran asociados a la Sociedad Recreativa Magritas Club, peña taurina que tenía su sede en la calle San Vicente, nº 13.

 

Revista de la Asociación de Empleados y Dependientes de la Compañía Arrendataria de Tabacos   Mayo de 1934

Conjugándose el que en aquel año de 1934 el Magritas Club promovía una vez más la plantá de su “foguereta” de iniciativa privada, el que mediante la prensa, …sobre todo madrileña, las Hogueras se volcaron en la promoción turística y el que, siendo muy posible que entre la afición taurina tabaquera se encontraran cargos destacados de la administración de la Fábrica, la Compañía Arrendataria del Tabaco, a través de su revista TABACOS, en su número de mayo, participó activamente en esa promoción para Alicante y sus Fogueres de San Chuan.

 En doce de sus cincuenta y seis páginas se recogieron textos con las firmas de Francisco Martínez Morella, Rafael Altamira, Azorín, Francisco Figueras Pacheco, Wenceslao Fernández Flores, Gabriel Miró, Elías Tormo y Monzó y Santiago Ramón y Cajal, documentándose con fotografías de Lucien Roisin y Sánchez. Los elogios para Alicante y para su fiesta de Hogueras se dan en cada frase, en cada párrafo. Se publicaron fotografías de Paquita Santos, quién siendo Belleza de la Foguera de la Calle San Vicente, fuera también proclamada Bellea del Foc. Araceli Martínez fue la Belleza de la Foguera de Magritas Club y en Tinita Ferrari Fereal, recayó la proclamación de Belleza de la Foguera “Madrid, por Alicante”.

 

La figura de la señorita que ofrece la prensa de Madrid. Alrededor, los niños vendedores de periódicos, ofrecen los diarios alicantinos El Luchador, Diario de Alicante y El Día.

La propia “foguereta” de Magritas Club, que hace referencia al papel de la prensa en su relación con la Comisión Gestora de les Fogueres, en su explicación recoge ese momento excepcional de la promoción en la prensa madrileña: una de sus figuras representa a “…una señorita madrileña que ofrece a Alicante en bandeja toda la prensa de Madrid para propagar nuestras Fogueres”.

Y tal fuera la importancia que se le diera ese año al intento de promoción de les Fogueres más allá de los límites de nuestra provincia que, no sin la polémica y la discusión preceptivas, el Primer Premio en la Categoría A, recayó en la chocante y fugaz comisión foránea “Madrid, por Alicante” y su foguera.

 

 

Documentación          

De nuevo, gracias a Armando Parodi por su tiempo personal y por compartirme su conocimiento de la historia de la Fiesta de Hogueras.

 http://lafogueradetabarca.blogspot.com/