EXTRA, EXTRA ......
¡EL ENVENENAMIENTO DE LAS CIGARRERAS!
Si acaso pensáramos que algunos de nuestros males son sólo de nuestros días, menudo nivel también el de la prensa de entonces.
Allá por septiembre de 1899, el diario alicantino “La Unión Democrática”, a cuenta de las cigarreras …y de la gaseosa, publicaba con gran alarmismo sobre “…una epidemia de cólicos con fuertes vómitos y completo desarreglo del aparato digestivo” entre el personal obrero de la Fábrica de Tabacos de Alicante.
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| Venta de diarios a voces |
Este alarmante hecho se publica el día 21 de septiembre, señalándose con total solemnidad en la redacción y sobre lo que puede ser la causa, lo siguiente: “Hechas las averiguaciones necesarias, acto seguido, se vino en conocimiento de que todas las personas indispuestas habían bebido gaseosas de una fábrica de esta capital expedidas en dicha fábrica de tabacos”.
En el artículo no se nombra ninguna fuente oficial de información, pero, se asegura que las/os afectadas/os no bajan de 1.000, que afortunadamente no revisten por ahora gravedad alguna y que tan alto número de afectados se explica siendo de entre seis a ocho operarias las que beben de una misma botella.
Un dato a tener en cuenta para que pueda darse semejante alarmismo es el que la plantilla laboral femenina en aquel año rondaría las 3.800 operarias y 25 maestras, es decir, estaría afectada una cuarta parte de la plantilla total.
Y en favor de aquellas cigarreras y de sus condiciones de trabajo, la posible falta de higiene en sus usos alimentarios no puede serle achacada en exclusividad solo a ellas. Este párrafo recogido en "La Voz de Galicia" en el día 6 de julio de 1899 y sobre la factoría de La Coruña, describe unas graves carencias de confortabilidad y de higiene laboral que, por desgracia, son muy comunes a todas las fábricas de tabacos de aquel agonizante siglo XIX:
"En aquellos locales trabajan apiñadas las mujeres como en las sentinas de los vapores de emigración van embanastados los pasajeros de tercera. (...) Están materialmente en prensa. Sentadas a las mesas de labores, disponen del espacio preciso que ocupa su puesto; tócanse codo con codo y respiran aliento con aliento. (...) Los alimentos están mezclados con el tabaco. Unas comen y trabajan al mismo tiempo; las otras trabajan y charlan; alguna que otra duerme. Al lado del endiablado virginia, la «libreta de pan»; el boliche de gaseosa formando «pendant» con la cajetilla de «brigadiers». (...) Aquello no es sano, no es bueno, no puede ser pausible y verdaderamente útil".
De retorno a la Fábrica de Tabacos de Alicante, el diario local, a fecha 22, sigue haciéndose eco del alarmante suceso y se erige como esforzado defensor de los afectados señalando ya con mayor rigor, la vergüenza social que causa la impúdica adulteración de las limonadas gaseosas que están a tan fácil alcance de todos los consumidores y que pueden afectar a la salud pública alicantina. Se recoge en este nuevo artículo que dos trabajadores portuarios también han sido asistidos de urgencia en la Casa de Socorro por la misma indisposición intestinal.
La alarma ya es general a toda la población y el enardecido redactor exige el conocer la procedencia de esa gaseosa en beneficio y defensa del buen nombre comercial del resto de fabricantes de dichos productos. También se exige que el presumible análisis químico a realizar por las autoridades sanitarias locales, sea de público conocimiento para que se sepa fidedignamente de la adulteración.
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| Fabricación y envasado de gaseosas |
Ya sólo es el diario “El Noticiero” quién difundió la noticia, y como “El Graduador” -su enemigo acérrimo- ha señalado de “espectáculo bufo” a toda la prensa que sin fuentes seguras rellenó sus páginas con ínfulas de adalides y sacrificados defensores, “La Unión Democrática” sintiéndose señalada y criticada, carga tintas a diestro y siniestro, denunciando que fueron los otros los que en la calle vendieron sus diarios voceando irresponsablemente “el envenenamiento de las cigarreras” con tal de vender por 5 céntimos, el gran notición.
Todavía no contento, invoca la aplicación de las leyes y la intervención de las autoridades para que se acaben estas prácticas periodísticas tan inmorales que tanto daño hacen a la confiada población. Pero no vayan a pensarse que aquí acaba tan desfachatado proceder, en su autodefensa a la desesperada, apunta y dispara con cartuchos de sal hacia la honorabilidad de las cigarreras dejando caer la insidiosa interrogación sobre qué pretendían éstas al fingir que esos cólicos se los produjeron las gaseosas, ¿no serían otras las causas? ¿no serían otros los intereses siendo tan alto el número de supuestos afectados?
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| Precios y propaganda en la prensa alicantina de fabricantes y distribuidores de gaseosas |
¡Cuánto descrédito causado gratuitamente contra la gaseosa! …que, por cierto, la comercializaba el Sr. Huertas, ¡cuánto gasto inútil del erario público poniendo al servicio del estudio toxicológico al Laboratorio Municipal!, ¡qué vergüenza para las leyes y para sus servidores, que dejan impunes estas transgresiones!
¿Qué ha pasado en esta Fábrica de Tabacos? ¿se puede saber?, sigue preguntándose el arrebatado redactor a la vez que sentencia antes del punto y final: “Lector ¿no es verdad que esto es muy extraño?", a lo que él solo se contesta: “En fin, que aquí no ha pasado nada. A la otra”.
Pero como lengua que habla, …gusta, recuperada la fatua dignidad…que no la compostura, “La Unión Democrática” erre que erre, los días 26 y 27 no abandona el empeño y pasa a ridiculizar a los diarios “El Noticiero” y “La Regeneración” que ahora siguen con la noticia a base de señalar como de poco fiable el análisis realizado por el Laboratorio Municipal y que firma como Jefe del mismo, D. José Soler López, quien sostiene que el porcentaje encontrado de “una poción de cobre” sólo puede causar “ligeros dolores de vientre”.
Con esta opinión no estará muy de acuerdo el Dr. Carlos Limiñana (1) ya que, con algo más de prudencia preventiva, advierte que su reiterada ingestión pudiera llegar a ser perjudicial a la salud.
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| Finales del siglo XIX - Grabado mostrando el proceso de envasado de sifones |
Y a renglón seguido, al inacabable folletín, y por si no fuera ya bastante, se le añaden los dimes y diretes sobre la veracidad de haber sido multado el fabricante de esas gaseosas, ...supuestamente el Sr. Huertas, con 25 pesetas. Si bien la multa fue puesta y pagada, la discusión estaba en la causa de la misma: los unos se daban a señalar que el Gobernador Civil sancionó el dolo a la salud pública, mientras que los otros argumentaban que lo sancionado fueron las palabras malsonantes de un dependiente del Sr. Huertas, faltándole al respeto a la autoridad municipal.
Sea como fuere, el caso es que la agitada y rumorosa prensa de Alicante en aquel septiembre de 1899, durante algo más de una semana tuvo a bien tener como protagonistas a las cigarreras, a las limonadas gaseosas que bebieron, …y a las “diarreas” que se les causaron.
(1) Señalando este punto, querría agradecer a mi compañera cigarrera Maribel Tormo Ávalos, el que durante una amena conversación me descubriera que el mencionado Dr. Carlos Limiñana llegó a ser "médico de empresa" en nuestra Fábrica, dándose además, la grata coincidencia de ser abuelo de otra estimada compañera, Matilde Limiñana Cremades. Saludos desde esta crónica a ambas.
Documentación
Biblioteca Virtual de Prensa Histórica
La Voz de Galicia, 06-07-1899
Botellasserigrafiadas.blogspot.com, de Luís Javier Calvo Angulo
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