De desgraciadas, infelices y demás gentes miserables.
Tal como quedara comprometido en la crónica anterior, hoy volveremos a tratar sobre los jornales y los salarios de las cigarreras. En la industria manufacturera del tabaco, la incorporación de la mujer y su relevante presencia en número vino a darse en 1741 con la apertura de la segunda Real Fábrica de Tabacos …la de Cádiz, con ya un siglo transcurrido desde que, en Sevilla y en 1620, se arrancara con la transformación de la hoja del tabaco.
Mucho tuvo que ver la nueva moda social del tabaco de fuma …o de humo que, nos llegó también desde “las américas”. Atravesaron las aguas atlánticas el extendido nuevo consumo y la presencia de la mujer en la industria del tabaco.
Ya en la crónica anterior quedó dicho que si bien era totalmente cierto aquello de las gráciles y amorosas manos de las elaborantas que superaban en calidad de acabado a los cigarros elaborados por los rudos cigarreros sevillanos, más cierto y con mayor argumento, fue también el que los señores administradores de la Renta del Tabaco, en aquel momento y tiempo, consideraran que las mujeres les suponían una muy importante mano de obra, dada su alta disponibilidad en número y los bajos jornales que pensaban abonarles.
Tras la rimbombante declaración de intenciones del que se proclama futuro reacaudador-administrador de la Hermandad de socorro de las Cigarreras sevillanas en febrero de 1834, de forma inmediata no tiene ningún reparo en nombrarlas como "INFELICES".
Estas hermandades de socorro estaban obligadas por Reales Órdenes, basándose en los mismos modelos de las de los oficios gremiales. La cobertura ante futura enfermedad y/o defunción, salía de sus propios exiguos jornales, soportando, además, la obligatoria devoción a la virgen o santo de turno, los costos de la veneración y los homenajes, y hasta los banquetes y agasajos a los directivos, miembros eclesiásticos y notables representativos de la buena sociedad que siempre acudían ...invitados.
Desde luego …y mucho, ¡INFELICES!
También consideraron que …por su condición de mujer, serían mucho más dúctiles y más fáciles de “gobernar”. Y en todo momento, y así les quedó escrito en sus cartas y documentos internos, su incorporación era manifiestamente considerada más como un acto de bondad y de beneficencia institucional, que como una oferta de un trabajo por derecho y bien remunerado. Escrito les quedó el cómo hablando de esas mujeres, las describían como pobres desgraciadas o infelices mujeres.
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| 2 de julio de 1846 - Luís Antoine y Zayas, como director administrador de la Fábrica, actúa de caridad en la admisión de la recomendada, aunque "DESGRACIADA" Vicenta Gozalves y Rovira. |
Y casi en un éxtasis místico del redactor corresponsal del diario madrileño “El Español” en Sevilla, a la participación de las cigarreras en la revuelta social del 12 de mayo de 1847 producida por un desabastecimiento nacional del pan y su consiguiente desregulación especulativa de precios, con todo un gravísimo problema de hambruna y miseria ante sus ojos, les dedicó el siguiente juicio: “ …discurre incontrolada por las calles una considerable multitud, compuesta en su mayor parte de gitanos, cigarreras y demás gente miserable” La prensa también entonces aportaba su histriónico granito de arena.
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| Algunos recortes de la prensa histórica que con tanta "estima y dignidad" se hacía eco de la vida y de las necesidades de las cigarreras |
También quedó recogido que al trabajo en las fábricas acudían haciéndose cargo de la adquisición y reposición de las herramientas que usarían: tabla y goma, cuchilla, esportones, paños para humedecer el tabaco, tijeras, pesas, ropa de trabajo, etc.; pagaban de sus jornales la limpieza de los talleres, el agua que se necesitaba para la moja de las hojas del tabaco, sus propios condumios si es que se los preparaban las guisanderas y aún con todo esto …y algo más: cuotas para su Hermandad de Socorros y algún que otro “regalito o dádiva obligada” para la “interesada” maestra del taller, de las muchas horas diarias que trabajaban, tenía que llegarles para alcanzar una paga suficiente que le asegurara a sus familias una vida digna.
Las extensas jornadas podían alcanzar desde las 10 hasta las 14 horas trabajadas y …curiosamente, con la aprobación de la O.R.D. de 3 de abril de 1919 que reconocía en España el derecho a la regulación de una jornada diaria máxima de 8 horas y de un cómputo semanal máximo de 48, pese a ser una reivindicación lícita y lógica, el primero de los efectos para las cigarreras resultó que no les fue favorecedor para sus economías: en su lucha por alcanzar mejores condiciones laborales de la Compañía Arrendataria del Tabaco, venían incorporando a sus jornales pequeñas conquistas en forma de un complemento que fijaba una cantidad diaria por asistencia a los talleres y que venía a sumarse a los señalados de aprovechamiento, calidad y producción diaria. Regularles la jornada laboral fijándola en 8 horas máximo …cuantitativamente, les restaba estipendios.
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| 6 de octubre de 1919 - Carta desde la dirección gerente de la C.A.T al director de la Fábrica de Cádiz autorizando la aplicación de la jornada de 8 horas y solicitando la evaluación y datos del resultado de ello, poniendo máxima atención a los efectos inmediatos sobre la capacidad de producción y los salarios del personal - Archivo Histórico Provincial de Cádiz |
En sus reclamaciones con la C.A.T, las operarias y los operarios de talleres tuvieron que perseverar y esforzarse por ir incluyendo en ellas más complementos, por conceptos y por razones, que los hicieran alcanzar la condición de pleno derecho como asalariadas/os.
Las razones de más peso se centraban en los grandes beneficios que se estaban obteniendo en la fabricación y venta de un producto muy rentable en su consumo y altamente extendido en su uso social.
La C.A.T fue cediendo y otorgando pequeñas concesiones salariales sólo …por guardarse de posibles nuevos conflictos laborales.
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