jueves, 4 de julio de 2024

021 - De cuando llegamos a cobrar “la tira” (2 de 2)

 

Desde el caritativo auxilio a la consecución de “la tira”

 

        En septiembre de 1926 y con la celebración del IV Congreso de la Federación Tabaquera Española (F.T.E) -órgano de representación de todas secciones sindicales locales de la Unión Tabaquera-, se presentaron a la C.A.T peticiones tales como: que se considerara como personal fijo y con plenos derechos a todo el personal empleado en las fábricas, que desapareciera la condición de “suplente” como categoría profesional, que desapareciera el destajo y que se estableciera un salario mínimo fijo eliminándose el sistema de pagos mixtos.

 

      También se solicitará el abono íntegro de la jornada en los casos de enfermedad o de baja por accidente de trabajo, mayor higienización de los talleres, la instalación de clínicas de urgencia provistas del material y del personal adecuado y necesario, la entrega de dos uniformes de trabajo al año, 15 días de licencia pagada -vacaciones- al año y, hasta señalar un trato más digno en los registros de salida.

 

        Las bases y criterios reivindicativos a futuro iban fijándose, pero, la C.A.T aguantaba imperturbable todos los intentos de negociación. La Guerra Civil les ofreció el escenario perfecto para que aquella efervescente organización obrera y sus pretensiones de mejoras y de derechos, volvieran a la casilla de salida.

 

Cuadro sinóptico extraido del trabajo publicado por  Ana Romero Masiá: "Severino Chacón - Líder sindical do mondo do tabaco"  Editado por la Fundación Luís Tilve

 

         Pese a tan terrible suceso histórico y a los retrocesos sociales y laborales resultantes del mismo, hasta tan fatídicas fechas, las cigarreras, pasito a pasito, fueron alcanzando importantes hitos:

 

  • En 1914, sus salarios-hora ya eran un 64% superiores a la media nacional de los salarios femeninos. En 1930, esa diferencia alcanzaría el 171%
  • La brecha salarial entre hombre-mujer que en la década de los años 10 venía siendo de un 35%, se vió reducida a sólo un 8,7%
  • En fecha de 2 de julio de 1936, otra antigua reivindicación se vería materializada. Elevada a la mesa de negociación por la F.E.T y refrendada …y autorizada por el Ministerio de Hacienda, empezaría a aplicarse el derecho a la jubilación remunerada. La edad quedó fijada en los 67 años y a las cigarreras se le aplicó un fijo de entre 3 a 5 pesetas según años trabajados, mientras que a los tabacaleros, también mediando el cómputo total de años trabajador, se les asignaba un cálculo porcentual de sus salarios de entre el 50 al 75% del mismo.

 

        Con la Guerra Civil, todo avance social y laboral en el país quedaría ligado al resultado del desenlace de la misma …y para la industria del tabaco y para sus trabajadores, esa misma situación no les fue ajena: para algunos de aquellos que destacaron por su activismo, con suerte para ellos mismos y para sus familias, sólo perdieron su trabajo y no la vida. En una mayoría de los casos, tras una depuración política y con la necesidad gubernamental de dar continuidad a la industria y al mercado del tabaco, pudieron conservar su puesto de trabajo. Con seis meses de empleo sin sueldo y con la apertura de un “casi eterno” expediente disciplinario y de control, las cigarreras “depuradas” continuaron desarrollando su actividad manufacturera.

 

"La tira", de 52 x 7 cm

     En 1945, la Compañía Arrendataria del Tabaco se constituirá como Tabacalera S.A y seguirá estando bajo el control estatal, no desarrollando cambios estructurales significativos hasta llegados los años 70. Por encima de los salarios, de un puesto de trabajo en Tabacalera S.A se valoraba y ansiaba la estabilidad del empleo y la seguridad de largo futuro que transmitía.

 

   Hasta 1978 no se daría la firma del primer Convenio Colectivo y hasta prácticamente 2016, con el cierre de la Fábrica de Tabacos de Logroño y ya la firme debacle de la industria tabaquera española, toda interpretación a realizar sobre cualquier puesto de trabajo o categoría profesional, seguía estando sujeta a los contenidos de las fichas técnicas que se elaboraron en ¡…1975!  Y de 1975 es el testimonio gráfico de una de esas nóminas que dieron lugar a la expresión: cobrar “la tira”. Con esa configuración física de 52 cm de largo por 7 cm de ancho, no era de extrañar que se le diera tal nombre.

 

     Con el mencionado primer Convenio Colectivo de 1978 llegó una reactualización de aquellas reivindicaciones sociales y laborales que se vieron suprimidas con el larguísimo franquismo. A la vista de los saneados y muy vitalistas beneficios que resultaban en las memorias anuales, en ese año de 1978 los salarios en la Tabacalera se revalorizaron en un 85% y en 1982, se aplicaría una nueva significativa subida salarial del 12%. Poco a poco se fueron incorporando pagas extraordinarias y complementos que fueron engrosando las nóminas de las cigarreras y de los tabacaleros, llamando a codiciosa apetencia social el poder acceder a uno de sus puestos de trabajo, que volvían a ser de los de ¡…para toda la vida!

 

        Las doce pagas mensuales, las dos pagas extraordinarias anuales, las pagas complementarias de beneficios, productividad y de bolsa de absentismo. Complementos salariales y sociales de todo tipo: por antiguas prestaciones de la Seguridad Social, por primas de productividad diaria -que alcanzó a llamarse popularmente entre el colectivo laboral ...”la tirilla, o tirita”-, por premios a la asistencia y la puntualidad, por porcentaje de economías -se trataba de la cantidad de tabaco reutilizable resultante de la recuperación manual o mecánica de las labores defectuosas-, ayudas para el transporte, ayudas para estudios, e incluso remuneración en especie ya fuera a través de los economatos laborales o del tabaco de fuma, de regalía o de promoción.

 

Evolución en los años de los documentos de cobro.

 

 

        No era de extrañar pues la anteriormente mencionada “codiciosa apetencia social” por hacerse con un puesto de trabajo en la Tabacalera, otra cuestión -que quedará para otra crónica- era cómo fueron incorporándose estos complementos salariales, en qué momentos, y cómo se distribuían entre el colectivo laboral de un mismo centro fabril, ya que hasta alcanzar homogenizar un reparto proporcional y equitativo, cada departamento, cada categoría profesional, tuvo su protagonismo y sus llamativos privilegios frente al resto. No todo fue tan de color de rosa.

 

Evolución en los años de los documentos de cobro. Este año 2009, quien firma estas crónicas, al igual que otras muchas compañeras y compañeros antes, tuve que acogerme al traslado geográfico desde Alicante -que se cerraba- a Logroño. Asegurábamos la continuidad de un puesto de trabajo y un salario, pero ...y en diferentes grados de criticidad para cada caso familiar, no es una experiencia fácil de vivir. Al menos hasta mi generación, los españoles éramos poco dúctiles al cambio de raíces y terruño. La Fábrica de Tabacos de Logroño clausuró su actividad fabril en diciembre de 2016. De su plantilla, 350 personas tuvieron que decidirse por trasladarse a Santander o aceptar una indemnización y ver desaparecer su puesto de trabajo. Por su juventud, los más ...casi 250, abandonaron la compañía ya en manos de la marca inglesa Imperial Tobacco Group.    

 

        Lo que se hace innegable, es que las cigarreras y los tabacaleros, con las décadas de los 60 y de los 70, llegaron a cobrar “la tira” …la de papel de 52 por 7 cm. 

 

 

Agradecimientos:    

    Buena parte de los detalles y datos más "modernos" de estos contenidos, los vengo consiguiendo en las charlas que mantengo  con compañer@s y que si no relacionaré ahora en su totalidad, es por no dejarme sin reconocer sus méritos a nadie. En su generosidad de trato, comparten conmigo las experiencias y los documentos personales con los que hilvano estas crónicas. Gracias a tod@s.

     Pero si quiero, por una muy significada cuestión personal, agradecer a Javier Tamayo y a su familia la atención de localizarme las nóminas de la Fábrica de Logroño, involucrando, además, a Concepción y a Luciano. Sin desdeñar a otras importantes amistades, en esa familia riojana encontré apoyos emocionales cuando los necesité. 

 

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