sábado, 16 de septiembre de 2023

013 - La fía, los préstamos y las ventas en la Fábrica de Tabacos

 

        Nuestra crónica recoge hoy algunos datos de estas actividades “comerciales” que, pese a ser siempre denostadas y hasta denunciadas, siempre estuvieron muy presentes en las fábricas dado el enorme volumen de personal obrero que en ellas trabajaban. 

 

        La Correspondencia de Alicante, el día 30 de agosto de 1900, recoge una reseña de sucesos en la que un robo de 18 duros de plata y un mantón de Manila, fue perpetrado en el número 76 de la calle de la Huerta, en el barrio de San Antón. Pascual Bosch Candela, propietario de la vivienda, al descubrir todavía a los ladrones “in fraganti”, alertó con grandes voces a los vecinos y a la policía municipal.

 


        Su hija, de estado civil viuda y “fabricanta” de tabacos, es reconocida como fiadora de la fábrica y para más abundar en la noticia, se publica que también guardaba en casa unos tres mil reales más que, junto a lo robado, formaban parte de sus fondos por depósitos. Los 18 duros, en concreto, “pertenecían a un depósito de varias cigarreras”.

 

        En las fábricas de tabacos, la presencia y la figura de la “fiadora” era algo habitual. En la fía, al igual que con la cigarrera, el personaje es en femenino porque es el más habitualmente referido en la prensa histórica. Tanto podía tratarse de una fiadora que adelantara jornales, como también podía darse que, como una figura intermediaria, hiciera sus negocios mediante el empeño de objetos de valor frente a terceros.

 

        El día 11 de mayo de 1909, será el Diario de Alicante el que nos ofrezca su suelto: “Alicante – La usura”, en el que dan noticia de la gravosa y hasta delictiva actividad de la usura en los préstamos y en las fías que los desheredados de la fortuna, en esa su necesidad de afrontar las contingencias del día a día, se ven obligados a tomar buscando remedio para su miserable economía. En este caso, se comenta que en la Fábrica “son legión las fiadoras que prestan a real por duro… SEMANAL, con grave daño de los intereses de las cigarreras”. 

 


 

        No siempre fueron solventes los jornales y el oficio de cigarrera, su gran suerte estribaba sobre todo en poder entrar a la Fábrica a ganarse un exiguo jornal diario a cambio de diez y hasta de catorce horas de trabajo y no sería hasta iniciado el siglo XX cuando sus luchas obreras, colectivamente, fueran dando frutos. Uno de ellos, es el que llegando a ser consideradas asalariadas -sólo lo eran los componentes del cuadro administrativo y gerencia, y los cargos obreros de capataces, maestras y porteros y porteras- dispusieran de la tranquilidad económica de una nómina fija que no dependiera ni de la cantidad ni de la calidad de lo que individualmente fabricaban.

 

        En El Defensor del Comercio, de 20 de noviembre de 1927, el señalamiento es directo para la figura del administrador, en aquellas fechas D. Tomás Tato, requiriéndole el que ponga freno “a las ventas ilícitas que de toda clase de artículos, al contado y a plazos se hacen dentro de la Fábrica de Tabacos”, ya lo fueran por la vía directa de sus propios empleados o bien por la recomendación hacia comerciantes implicados que así disponían de un enorme y potencial mercado “casi sin salir de casa”.  

 


        En cada uno de los apartados o modalidades del “negocio” de las fías y de los préstamos, quedaba clara la obtención provechosa de una comisión que podía establecerse como de entre los límites de algo honrado y lícito a cambio de lo espaciado del pago, o como de entre los denunciables abusos de la usura que se aplicaban con altísimos intereses de devolución.

 

        La usura, como práctica ilegal en la fía y el préstamo, hoy por hoy sólo es considerada como una acción amoral reprobable. Curiosamente, desde 1995 no está contemplada en el Código Penal como delito y sobre ella se regula con una ley de 1908 que sólo permite reclamar y denunciar si es puntualmente probada la mala fe en los intereses exigidos. Se anulará el contrato y se considerará como deuda sólo la cantidad prestada o en su defecto, si los intereses fueron ya adelantados, se obligará al prestamista a su total restitución al prestatario.   

 

 

La usura: Vieja usurera – Cuadro de José Ribera y Cucó fechado en 1863 en el que se recrea a una mujer de perfil que sostiene en sus manos una balanza. Si fuera joven, si no mirara torvamente y si no estuviera vestida con harapos probablemente se identificaría con la Justicia; pero su aspecto decrépito, su expresión desconfiada y los desastrados paños que la cubren hacen que se haya visto en ella a una vieja usurera o, más probablemente, a una alegoría de la avaricia.

Datos de su ficha técnica en el Museo del Prado


        De las ventas de productos de productos alimentarios, artículos domésticos o muebles, la Asociación de Comerciantes se quejaba, …y en buena lógica, de la pérdida de la oportunidad de venta en un colectivo tan extenso como lo fue el de las cigarreras. Los comerciantes veían lesionados sus intereses ya que, por un lado, quienes vendían sus productos familiares de la huerta, panadería, dulces, etc. no exponían riesgo económico alguno en locales comerciales, impuestos o consumos, …y por añadidura, con los establecimientos “recomendados”, entendían que eran de una muy grave competencia desleal el acaparar ese gran colectivo de clientes. Las comisiones aquí, se las llevaban los “consentidores” y los “recomendadores”.

 


        En el paso del tiempo, con los consecuentes cambios a cada situación y en términos generales, la fía siguió, aunque relegada a ciertas ventas a plazos, los préstamos y la usura salieron de la Fábrica para que los ejercieran las entidades de ahorros y los bancos, y las ventas de toda clase de artículos desde terceros, quedaron vinculadas a los establecimientos recomendados que aceptaban los “talones” que en valor de salario en especie en pagas extraordinarias, se emitían para el economato laboral. Establecimientos de renombre en el comercio alicantino nos canjeaban sus artículos con los “vales del economato” hasta que este concepto salarial desapareció quedando integrado en la nómina como rendimientos del trabajo.

 

        Lo que sí perduró en todo el tiempo, la que sí se mantuvo como la más extendida y perdurable, fue la figura de la cigarrera fiadora de oro. En el día a día de nuestra sociedad, en la pasada década de los años 70, todavía era frecuente la visita a domicilio con muestrarios de piezas de oro que podías ir pagando a cómodos plazos. En el equipamiento que acompañaba y manejaban esos/as fiadores/as, además de las mantas aterciopeladas, no faltaba la famosa libreta de anotaciones en las que se religiosamente se recogían los totales fiados y las entregas y plazos.

 

 

De la revista gráfica Crónica, del 03-02-1929. Aunque se recoja una imagen del mundo del teatro y de la revista, la fiadora, libreta en mano, anota al detalle los artículos que deja en fía.



        Y la Fábrica no iba a ser menos. Joyas, piezas en oro y plata, relojes, engarces y arreglos se podían encargar desde la comodidad de gestionarlo en un momento de tranquilidad durante la producción o en los tiempos de almuerzo y merienda. No somos pocos los que hemos confiado en el buen gusto de estas compañeras cuando hemos necesitado elegir una pieza que lucir o con la que obsequiar a alguien querido o estimado.

 

        De esa cercanía y de esa disponibilidad también fueron surgiendo gustos y modas que daban reflejo social de la evolución a mejor del estatus económico de las cigarreras. Ejemplo de ello es el tipo de eslabón que da nombre al “cordón de las cigarreras” que, como puede apreciarse en la imagen (1) que acompaña a la crónica, es un eslabón de mucho más cuerpo y peso, y de la mejor calidad de quilates.

 



        Otro ejemplo, …en este caso más ornamental y de diseño estético, al igual que es extendido en la ciudadanía alicantina el portar con fervor una medalla de oro con la imagen de la Santa Faz, algunas cigarreras mostraban esa devoción con una sortija que las significaba en ese fervor y en la tradición industrial tabaquera (2).

Fotograma extraído del documental LAS CIGARRERAS DE ALICANTE del proyecto cultural realizado en marzo de 2022. 

Si bien su responsable al frente era Lucía Morate, junto a Andrea Restrepo, Ángeles Gallego, Encarni Mora, Esther Andrés, Javier González, Quino Andréu, Dolores Miralles, Maike Sommer y Orquidia Azorín, se conformó el magnífico equipo que lo desarrolló.



 

 Documentación         

 

(1)    Mi especial agradecimiento a Mª Dolores Pomares Simarro, cigarrera y compañera de trabajo, por su trato deferente al facilitarme la imagen del cordón de las cigarreras .

(2)   Testimonio aportado por Tomás Mazón Martínez, nieto de Milagros Esplá Rodríguez, cigarrera, en el libro “Las cigarreras de Alicante” del proyecto cultural del mismo nombre, supervisado por Lucía Morate.

No hay comentarios:

Publicar un comentario