viernes, 19 de enero de 2024

0-15 La Biblioteca de la Fábrica de Tabacos


La Biblioteca de las Cigarreras

 

    Por el momento no he conseguido ahondar más con los datos, pero, con lo obtenido me doy por satisfecho y hasta puedo hilvanar la crónica que a continuación relato. La búsqueda de un diario de la prensa alicantina y de un artículo con fecha de diciembre de 1928, me abrió la puerta a unos interesantes datos que se escribían desde las vivencias del propio “plumilla” en un día dedicado a la visita de las instalaciones y talleres de la Fábrica de Tabacos de Alicante.

 

    De la referida visita, en unos pocos párrafos se hace indicación de que en la Fábrica se disponía de una muy aceptable Biblioteca. Se nombra “una sala amplísima dotada de pupitres, en la que sus vitrinas encierran más de mil volúmenes” y se hace indicación de que se trata de una biblioteca “circulante”, es decir, que ofrece también sus libros para que las cigarreras y tabacaleros alicantinos puedan llevárselos a casa y ejercitarse en la lectura y en la formación autodidacta.

 

    En ese momento, también referido en el artículo periodístico, se indica que son 3.000 las personas que en la fábrica trabajan, nombrando a Eduardo Fuentes como el creador de la biblioteca y como el gentil guía que le acompañó en la visita. El entusiasta operario preguntó sobre la opinión que había generado la biblioteca, y el articulista, Francisco Armengot Fernández (1), con igual entusiasmo y haciendo hincapié en el número de volúmenes, vino a referir: “Esta biblioteca, mire usted si será beneficiosa para los obreros, que el número de sus libros está en razón inversa con el de las tabernas. A más obras, menos copas de aguardiente…”  

 

La Voz de Levante  2 de diciembre de 1928

    Sobre esta biblioteca se tienen datos más concretos que provienen del fondo documental del archivo de la Fábrica de Tabacos que, entre 1988 y 1989, pudo consultar Caridad Valdés Chápuli para la realización del estudio y posterior publicación de su libro “La Fábrica de Tabacos de Alicante”.

 

    Cita Valdés Chápuli, que la biblioteca circulante se creó en 1926, muy probablemente, promovida por la efervescencia que arrastró consigo el afianzamiento del asociacionismo obrero. Dato cierto, pues a través de la Unión Tabacalera, nacida en 1916 en el seno de la Fábrica de Tabacos de La Coruña, se acaba materializando una Federación Tabaquera Española (1918) que defiende los derechos y los intereses de los trabajadores de la industria del tabaco.

 

Mundo Gráfico   15 de mayo de 1929

    Cita también que el número de lectores iba en constante aumento y que casi la mitad de los volúmenes de la biblioteca estaban en constante circulación y en igual condición de uso, tanto para el personal femenino, como para el masculino. En un corto apunte indica como contabilizados aproximadamente unos 400 volúmenes, distribuidos por materias de la siguiente forma: Literatura …200, Filosofía …10, Crítica …20, Arte …3, Deportes …6, y sin especificar, el resto.

 

    Sobre la efervescencia del asociacionismo obrero, desde la Unión Tabacalera se dedicó puntual atención a la vida social fuera de la fábrica y el trabajo, y a la formación cultural de aquellos trabajadores. Para tal objetivo, se promovieron la creación de locales sociales y de agrupaciones artísticas y culturales. De este modo se establecía un excelente entorno que potenciaba, además, la hermandad y la solidaridad entre las cigarreras y las distintas fábricas haciendo cada vez más fuerte a la Unión Tabacalera y, por consiguiente, a la Federación Tabaquera Española y a su capacidad de representación laboral, todo ello a través de la identificación del colectivo tabaquero como un solo TODO.

 

Crónica  24 de abril de 1932

    En ese entorno, las bibliotecas adquirían un notorio protagonismo: de cara al resto de la sociedad, proyectaban el ejemplo de la unión y de la posibilidad de prosperidad fuera de los convencionalismos sociales hasta ese momento conocidos.

 

    En mayo de 1930, con la inauguración del primer de los centros sociales o Casa de los Tabaqueros (2) alicantinos, la mencionada biblioteca por el diario “La Voz de Levante” en la visita de su reportero, pasó a esa primera ubicación en la Plaza Santa Teresa, nº3. Con la posterior construcción del moderno edificio de las cigarreras en las mismas proximidades a la fábrica, es de entender que esos mismos volúmenes se trasladaran allí para seguir su labor lúdica y cultural. Su planta segunda albergó a la biblioteca.

 

Fotomontaje sobre una imagen actual de Google Maps: en verde, la posible ubicación de la primera Casa de los Tabaqueros; en rojo, el desaparecido edificio modernista conocido por la Casa de las Cigarreras


Remarcado en rojo: ubicación de la biblioteca, en la segunda planta del edificio

    Y aquí arrancaría la crónica propiamente dicha. Acabada la guerra civil de 1936-39, este último edificio …el de esquina a la Plaza de la Misericordia y hoy desafortunadamente demolido, por su significación reformista y republicana y por su “discutida” vinculación directa a las siglas sindicales de la UGT, considerado como bien afecto a los sindicatos marxistas, es incautado por la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, no siendo devuelto nunca a sus verdaderos propietarios: las cigarreras y los tabacaleros de Alicante.

 



    En 1942 se registró como propiedad de la Delegación Nacional de Sindicatos de FET y de las JONS y desde allí emitía a las ondas radiofónicas Radio Falange, en 1973 se reinscribiría como propiedad de la Organización Sindical Española y también se destinaría a labores administrativas gubernativas como Juzgado Civil y Registro hasta llegar a 1978. En ese año, pasa a ser administrado por el Patrimonio del Estado como Patrimonio Sindical Acumulado y por el estado tan lastimoso de abandono que sufría, como compensación económica, se le asignó una indemnización muy beneficiosa a la UGT.

 

Remarcado en rojo: bien visible y ostentoso el yugo y flechas falangista en la fachada de la que fuera la Casa de las Cigarreras - Finales de la década de los 50

    Por el paso de todas aquellas manos y por el de todas aquellas funciones, el edificio pasó por multitud de reformas que fueron cambiando su fisonomía externa y haciendo desaparecer sus instalaciones de origen, incluida la biblioteca y por supuesto, aquellos volúmenes que la conformaban.

 

    Y en esa consulta a la prensa histórica que me llevó a la Biblioteca Pública Azorín en el Paseo de Ramiro, me aparece un dato que, resultándome llamativo y amparado por la gentil colaboración de los/las técnicos de la misma, ha dado un resultado sorprendente y emotivo a la vez. Entre los fondos de la Biblioteca Azorín, se cuenta con un bloque histórico bibliográfico nombrado como “Fondo Lucentum” sobre el que en su página web se refiere:  Fondo procedente del Colegio Menor José Antonio de Alicante, de la Falange, del Ateneo y de la Fábrica de Tabacos.

 


    De entre las más de 2.200 monografías y numerosas publicaciones periódicas que lo componen, emociona el abrir las primeras páginas de buena parte de esos libros y encontrarse con el sello identificativo de la Biblioteca de la Fábrica de Tabacos de Alicante. Lo doloso, lo humillante, llega cuando sobre ese mismo sello, descaradamente… se ha “resellado” la nueva pertenencia y propiedad de esos tesoros para la Asociación Familiar del Colegio Menor José Antonio, refrendada …además, por el sello de la Jefatura Provincial de Alicante – Servicio Español del Profesorado, perteneciente a la FET y de las JONS. El aludido colegio menor, formaba parte de las instalaciones y servicios de lo que fuera en los años de la posguerra, la venerada y mitificada Casa-Prisión de José Antonio, en la Avda de Orihuela.

 

     

    A las cigarreras y a los tabacaleros de Alicante, no sólo les fue robada la propiedad de un edificio social que se construyó con el esfuerzo de sus aportaciones personales, sino que, además, les fue arrebatado todo exponente de su autodidacta y voluntariosa “revolución cultural” …y como a otros muchos miles de aquellos ciudadanos españoles, el sueño… el anhelo de contribuir a construir un mundo futuro mejor.

 

 

 

 

(1)    Francisco Armengot y Fernández (1899-1969) – Castellonense de nacimiento, se traslada a Alicante en 1928 para desempeñar funciones de delineante-proyectista en la Junta de Obras del Puerto. Ejerció de crítico de Arte en los medios escritos y radiofónicos de Alicante. Fue escritor y poeta, y a él se le debe la letra del Himno a la Bellea del Foc (1950)

(2)    Diario “EL LUCHADOR” en las publicaciones del viernes 25 y del martes 29 de abril de 1930

 

DEDICATORIA:   A lo largo de la redacción hago uso del término “tabacalero” en lugar del más común y extendido de “tabaquero” porque, de siempre y en el entorno del colectivo, “tabaquero” era quien cultivaba y recolectaba el tabaco y “tabacalero” quien trabajaba en La Tabacalera.

Hoy, día 19, ultimando esta publicación, se ha dado la triste noticia del fallecimiento de José Lillo Sirvent “El Tabacalero”, Encargado del Taller de Reparaciones en aquellos primeros años 80 en los que empezó mi relación laboral con la Fábrica de Tabacos de Alicante.

Convecino de Sant Joan d’Alacant, vecino en el Barrio Cañaret, buen hombre y buen profesional, en no pocas ocasiones disfruté de su conversación y de sus recuerdos. Mis sentidas condolencias para su familia. Sea este un humilde homenaje para con Pepe Lillo “El Tabacalero”

 

         

  

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