Tal cual reza en el ornamento que lleva sobre su cabina el autobús fotografiado en la Plaza de la Puerta del Mar de nuestra ciudad. La fotografía forma parte de una presentación que realizaron compañeros de fábrica en 2001 para conmemorar los 200 años de la misma en funcionamiento. En su píe de foto, y en aquella exposición, referenciaron: “Año 1940 aprox. Operarios en un triangular”.
Por “triangular” han de entenderse los encuentros lúdicos festivos que desde los Grupos de Empresa de cada fábrica se disputaban entre su personal. Para Alicante, y en rotación anual cambiante, sus oponentes por antonomasia fueron Valencia y Tarragona. En los años 80, estas tres fábricas se disputaban laureles en fútbol, fútbol sala, petanca, pesca, ajedrez, parchís, dominó, cartas, etc. y en algunos casos, …las rivalidades, sobre todo en los deportes balompédicos, llevaban implícitas el darse y repartir “estopa” de la buena. Más de uno volvía con algún descalabro.
Una vez acabados lo torneos, se clausuraba el triangular con una comida o cena de hermandad y una gala para la entrega de trofeos que cerraba la jornada con algo de diversión e incluso, baile. Con el paso de los años, todos aquellos ardores guerreros fueron mermando en su fogosidad, y triangulares, …o duales, fuéronse suavizando.
Teniendo en cuenta que la imagen pertenece a los álbumes familiares del personal de la Fábrica de Tabacos, hasta aquí, y habiendo explicado qué eran los triangulares, podría darse por válido ese píe de foto, …pero en 1940, …o en la década de los mismos, con una proximidad tan inmediata a una postguerra dura y llena de necesidades, de siempre se me antojó que no se sustentaba como argumento para algo tan lúdico como un triangular entre fábricas.
A vueltas con las hemerotecas de prensa histórica, en la reseña del 27 de septiembre de 1928 del diario alicantino EL DÍA, se nos ofrecen detalles y datos más verosímiles para lo que puede contarnos la fotografía. Lo primero es que los vehículos, en su estética, se ajustan más a esos años 20, …casi los 30. Incluso los adornos florales les tienen un aire a los clásicos atavíos de las carrozas de las “batallas de flores” que se acostumbraban lucir en las fiestas locales de estío o invernales.
Y a continuación, y metidos en el contexto de la reseña del diario, desde su constitución, la Federación Tabaquera Española, en la que confluían todas las secciones locales de la Unión Tabacalera, mantuvo una gran actividad convocando mítines, conferencias y asambleas en todas las fábricas de tabacos, alcanzándose una muy alta cohesión entre todas ellas. Es por lo que me parece que la fotografía, …a todas luces, tiene mayor número de probabilidades de estar relacionada con la visita de los compañeros valencianos y madrileños en aquel septiembre de 1928, que de recoger una imagen lúdica de la convocatoria de unos torneos deportivos y sociales entre fábricas.
Los diarios madrileños EL IMPARCIAL y LA LIBERTAD, del 30 de septiembre y de 3 de octubre, respectivamente, ya inmersos en la noticia de lo concurrido, nos cuentan que en el entorno de las abundantes actividades sociales y obreras que se desarrollaban desde la Federación Tabaquera Española, una nutrida representación de cigarreras y tabaqueros de Madrid se trasladaron, primero hasta Valencia, para después y conjuntamente, madrileños y valencianos, acercarse hasta Alicante para desarrollar una asamblea en la que se trataron las cuestiones de fijar un salario mínimo y el reingreso de las compañeras despedidas en aquellos momentos.
Hay que recordar que las cigarreras, hasta esos años en los que se empezaban a organizar obrera y sindicalmente, no eran consideradas personal obrero asalariado. Sus ingresos eran jornales diarios que podían oscilar según la cantidad y la calidad de su producción individual. Consolidándose sus acciones con la constitución de la Federación Tabaquera Española, no fueron pocos los enfrentamientos con la Compañía Arrendataria de Tabacos, como tampoco fueron pocas las represalias que se recibieron de la misma.
Ampliando sobre esa intensiva actividad obrera y sindical, en la publicación UNIÓN TABACALERA, medio de comunicación de la Federación Tabaquera Española, también fechada en 1928, puede leerse sobre esa constante movilidad geográfica en la busca de cohesión y el afianzamiento de la información entre fábricas y secciones locales: “Excursión de las secciones de San Sebastián, Logroño y Santander a Bilbao”, “Nuevo ciclo de conferencias”, “Varias conferencias en el Centro de Santander”, Una asamblea en Logroño” …
Hasta las últimas décadas de 1800, los motines y las algaradas de las cigarreras, …que casi siempre tenían que ver con injustos recortes en sus jornales dada la pésima calidad de la hoja del tabaco que se les entregaba para la producción de cigarros y de cigarrillos, generalmente se resolvían de forma aislada haciendo uso de la representatividad que les otorgaba el número de las cigarreras que trabajaban en cada fábrica. La ciudad podía verse colapsada -y no era poca broma- y si la autoridad competente se mostraba dura e inflexible, las cigarreras acudían, o a políticos significados, o a notables de alta alcurnia, o a la solidaridad del resto de colectivos obreros y del comercio de la ciudad. En Madrid, por estrecha proximidad, siempre pedían amparo a la Reina; en Alicante, Eleuterio Maisonnave alcanzó para las cigarreras casi la misma aurea protectora que la Santa Faz.
Con la revolución social y obrera que introdujeron los primeros treinta años del siglo XX, la tradición obrera de las cigarreras le hizo hueco a la sindicación y a la solidaridad, transformando muchas de las viejas injusticias en avances y derechos laborales.
Así pues, y en ese entorno histórico, la fotografía constituye un documento de gran valor para la particular historia de la Fábrica de Tabacos de Alicante y para la historia general de los trabajadores de la industria tabaquera española.
* Esta crónica ya tuvo una primera redacción y publicación en mi blog de Facebook “Trossets d’Alacant”, en fecha de 04-09-2022.